El último atardecer del largo y cálido verano

Paul Newman nos deja, se apaga lentamente la luz de la estrella que con más elegancia alumbró nuestras pantallas de cine. Los ojos más melancólicos de Hollywood está a punto de cerrarse para siempre. Y es que el actor ha abandonado ya el hospital para pasar sus últimos días junto a su mujer y sus hijas en su casa de Nueva York. Newman, de 83 años, lleva mucho tiempo luchando contra un cáncer de pulmón terminal que parece que finalmente le ganará la batalla.
Newman fue el ejemplo de actor famoso, carismático y con talento que no se dejó deslumbrar por la fama, que no se abandonó a las juergas y escándalos que tan a menudo acompañaban a sus compañeros de profesión y que mantiene hasta hoy el matrimonio más estable y duradero de toda la industria cinematográfica con su mujer Joanne Woodward con quien se casó en segundas nupcias en 1958 y con quien ha tenido 3 hijos. Juntos rodaron más de una docena de películas.
A parte de ser uno de los mayores mitos eróticos de todos los tiempos , algo que a él nunca le ha gustado, Newman ha dedicado gran parte de su vida, desde su primer gran éxito "Marcado por el odio", que le catapultaría directamente al olimpo del Hollywood de oro, a defender los derechos humanos, aunque apolítico declarado nunca ha dudado en alzar la voz para protestar contra las decisiones tomadas por el gobierno de Estados Unidos en diferentes aspectos.
Si finalmente se va, algo que tarde o temprano tendría que pasar, esta vez no será cierta la manida y siempre recurrida frase: "Muere el hombre y nace la leyenda" porque Paul Newman es una leyenda en vida y para mi nunca habrá otro como él, jamás se dará en otro actor esa mezcla de rebeldía y ternura que destilaba el indomable y nunca más nos mirarán desde las pantallas unos ojos más bonitos y profundos . Su muerte significaría la muerte del verdadero estandarte del Hollywood dorado, por suerte siempre podremos recuperar su mirada desde nuestros televisores y creer que Paul Newman es inmortal.