Críticas de cine: Breath 7/10

Bueno, pues como está mandado y para fomentar la venta en dvd de cine asiático ayer me compré Breath de Kim ki duk y nada más llegar a casa me la puse, ya que no me había dado tiempo a verla en el cine. Como dije en la crítica de Samaritan girl no ha llegado el día en que el surcoreano me defraude, y no lo hizo tampoco con su última película, aunque con mucho dolor en el corazón he de decir que Ki Duk está perdiendo un poco de fuelle. Quizá sea debido a que ultimamente siempre se mueve por los mismos ambientes cinematográficos y sus películas empiezan a provocarte un cierto de ja vú, en este caso hacia Hierro 3. Una mujer descubre que su marido le es infiel y en vez de reaccionar y enfrentarse a su marido decide visitar a un condenado a muerte que ha visto en televisión y termina enamorandose de él, a su manera, a la manera de Kim Ki Duk. El recluso le corresponde y se establecerá entre ellos una intensa relación de pasión y dependencia vital.
De nuevo Ki Duk nos embarca en la historia de una amor imposible, probablemente el más imposible de todos, con unos personajes al límite, de nuevo outsiders del mundo real, que crean su universo paralelo al nuestro. Esta vez son los celos los sentimientos analizados, distintos personajes, distintos celos, pero celos al fin y al cabo. De nuevo un protagonista mudo, el mejor de la cinta sin duda y es que ahí donde mejor se mueve el realizador, en el mundo de los silencios cargados de significado. Una protagonista un tanto piradilla pero que nos enternece con sus ocurrencias y una atmósfera que se asemeja al fondo de un pozo, donde se hace dificil respirar pero desde donde aún se puede ver la luz del sol.
Si te gusta el surcoreano, te gustará, pero yo a estas alturas empiezo a necesitar más de un director que es capaz de hacerte estremecer por dentro sólo con la ayuda de un plano fijo.