Haruki Murakami y Kyoichi Katayama son ahora mismo los máximos exponentes de la literatura nipona. Y los dos han publicado libro recientemente, en el caso de Murakami el libro ya llevaba tiempo dando vueltas por el mundo, pero ha llegado a España a penas hace tres meses. Y el caso es que la novela de Katayama ha desbancado el Tokyo Blues de Murakami como novela japonesa más vendida en Japón en la historia.
Un grito de amor desde el centro del mundo, es una historia de amor, pero no como otra cualquiera, como clama el libro de Lucía Etxebarría, es la historía de amor más pura que yo haya leído en años. Probablemente esto tenga que ver con el hecho de que los protagonistas sean dos adolescentes. Sakutaro y Aki se conocen en el colegio, pero no se enamoran a primera vista, lo suyo es una amistad perfecta desde el principio. Se convierten en compañeros, se encuentran y ya no se separan, descubren sin asombro y aceptan, que estaban destinados a completarse. Pero Katayama no está dispuesto a utilizar esta relación con fines románticos sino que prefiere ahondar más en el plano del amor metafísico e inmortal y desde la primera página nos desvela que esta relación terminará bruscamente. Es sin duda una novel tierna y muy delicada, sencilla y efectiva, aunque yo he echado de menos algo más de apasionamiento. Se deja leer con facilidad, pero tampoco engancha, supongo que mi ligera decepción tiene que ver que las enormes expectativas que tenía hacia ella. Esperaba algo más, es quizá demasiado ligera y de no haber tenido esa gran campaña publicitaria, probablemente hubiera pasado mucho más desapercibida.
Aunque tengo que reconocer que hay partes del libro que llegan a emocionarte profundamente. En fin una novela que demuestra que la sencillez muchas veces es preferible a la grandiosidad y que hay historias que sin ser épicas son capaces de remover al mundo por dentro. Mención especial al título, de los más bellos y llamativos que he visto nunca.
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Llevaba tiempo esperando que se publicara algo nuevo de Murakami en español, todos los que aún no han sido publicados aquí me los he comprado de importación, el caso es que ni me había enterado hasta que me di el otro día una vuelta por Fnac y lo ví.
Con Murakami me ha pasado algo que no me había pasado antes, leí Al sur de la frontera al oeste del sol y automáticamente me compré, primero todo lo que había publicado de él en España y luego en Estados Unidos. Encontré a mi autor de cabecera y he disfrutado tanto con cada uno de sus libros que cuando tuve After Dark en las manos sentí una emoción indescriptible. Murakami es el dios del realismo mágico, nadie tiene más facilidad para introducirnos en un mundo onírico y surrealista como él. Sus protagonistas son siempre profundos y llenos de emociones, están vivos, pero alejados de la realidad. Es capaz de mezclar fantasía y cotidianidad sin que rechine una sola palabra. En sus libros los gatos hablan y los amigos imaginarios te cambian la vida, con las excepciones de Al sur y Tokyo Blues, todas sus novelas debes leerlas con la mente muy abierta, dispuesto a introducirte en un mundo diferente y extraño.
Ese mundo también existe en After Dark, aunque esta vez Murakami no lo consigue del todo. La novela transcurre en una sola noche en la ciudad de Tokyo. Con dos protagonistas principales Mari y su hermana Eri. Una especie de viaje de Alicia a través del espejo, oscuro y perturbador. De la mano de un narrador omnisciente, ajeno del todo a la narración deambulamos insomnes por uan ciudad que no duerme, descubriendo personajes y situaciones de lo más extrañas e incluso violentas. En este caso Alicia sería Eri, que viaja sin quererlo al otro lado y que representa la parte mágica de la novela. Encontramos el sello del autor en cada rincón y en cada página, pero quizá esta vez la premisa sea demasiado endeble. Aún así Murakami escribe con maestría y de alguna manera conocedor de la faltas de su creación, la termina pronto y no se extiende demasiado.
Un libro imprescindible si eres seguidor del autor, pero que no recomendaría para iniciarse en él. Pra eso aconsejo Kafka en la orilla o Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.
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